Con un frío poco usual en la capital hispalense, el salón donde se celebraría el evento iba llenándose poco a poco de personas y con un denominador común (el apasionado amor por la cultura) tomaban asiento, con la disposición de disfrutar una gala donde la delicadeza y la exquisitez evidenciaban el hermoso resultado que se obtiene cuando las cosas se realizan desde el corazón. La música, la poesía y la palabra bordaban en el aire susurros de tibias sensaciones, que sutilmente se prendían en las pieles de cuantos allí habíamos sido convocados. Y las horas trancurrían como si de minutos se trataran...
Tras ser entregados los diplomas y los ejemplares del libro que la asociación ha publicado con los textos finalistas y semi-finalistas, se procedió a la lectura de los trabajos por parte de sus autores.