No cesa de nombrarte mi
garganta
Y aun cuando mi corazón
se espanta
Logra invadirte por
entero en sus adentros.
Habitas frutalmente el
firmamento
De la tierra que tengo
como planta,
Y en tu huida mi alma se
agiganta
Pudiendo apaciguar este
hundimiento.
Ahora pues, ya no ando
temerosa,
No me vence el silencio
imperturbable,
Ni la espera se vuelve tortuosa.
No hay ya soledades
destrozables
Si tu imagen aparece
deliciosa
En manantial de recuerdos
imborrables.
Precioso soneto. Cada día eres más musical en tu poesía. Un beso.
ResponderEliminarGracias, jotaefe. Eres un adulador. Besos.
EliminarEstuve leyendo un poco de tus datos personales. Felicidades por todos tus logros, estarás muy contenta con todo lo logrado, yo me alegro por ti. Muy bonito espacio, como un regalo de navidad adelantado.
ResponderEliminarTe invito a visitar mi sitio, no tiene tantos premios como el tuyo, pero humildemente te espero.
Besos y saludos...
Me ha encantado.
Muchas gracias, Roysa. Me pasaré por tu blog y te dejaré mi huela en él. Un besote.
ResponderEliminar