Permitido cantar a las
estrellas
Seducir a las flores y a
la luna
Despertar a los sueños de
su cuna
Permitido susurrar,
sembrar querellas.
Prohibido mutilar al
inocente
Escupirle con salivas de
tortura
Aplastarle el corazón y
la cintura
Prohibido asesinar, ser
inclemente.
Rescatar de mentiras la
verdad
Sollozar en sonetos de
beldad
Permitido acelerar, alzar
el vuelo.
Prohibido traficar con el
demonio
Evocar como luz su
oscuridad
Relucir y vibrar en su
deidad
Adorar sus castillos y
abalorios.
No creas, el demonio es un tipo interesante, un perdedor antes del combate.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Debo serlo, sí, cuando tiene tantos adeptos. Un saludo.
ResponderEliminar