Un arpegio de
furor tu voz taimada
Como acorde de
una lira refulgente
Precipita mi
lujuria febrilmente
Con susurros que
socaban mi almohada.
Me trastoco con
tu compás ardiente
Y se enreda a mi
pubis cual serpiente
El efluvio
armonioso de tu arpa.
Orquesta de
violines vespertinos,
Ya suenan
clarinetes y guitarras
Al fondo, un
contrabajo y una flauta.
El alba trae
silencios cristalinos,
La tarde, el
tararear de las chicharras;
La noche, los suspiros de esta incauta.
Hola Mª Carmen, bien por lo de incauta !jaja! bonitas letras.
ResponderEliminarEn mi blog encontrarás mi poesía clásica en un vídeo poema. Espero que puedas pasarte alguna vez.
Con ternura te dejo un beso
Sor.Cecilia
Gracias Sor Cecilia por su ternura y afecto. Ahora mismo pasaré por su blog. Besos.
Eliminar¡¡¡Que bonitos acordes sin ningún tipo discordancia, parándose en los calderones para disfrutar, sin prisa, de esa Pasión acompasada!!!
ResponderEliminarPrecioso.
Abrazos y besos.
Me encanta que te guste Pedro Luis. También tu blog es una preciosa joya de sensibilidad y delicadeza. Besitos.
Eliminar